Enclavada en un terreno arbolado con vista al lago de 1200 m2, en Avándaro, Valle de Bravo,
Mexico.
La premisa fue respetar y aprovechar los árboles existentes y hacerlos parte central del
programa arquitectónico, crear un dialogo entre interior y exterior e integrar la casa al
contexto, aprovechando además las espectaculares vistas al lago.
La casa se desarrolla en tres niveles para aprovechar la pendiente natural del terreno. El
acceso principal a la residencia se desarrolla en la planta central. En ella se distribuyen los
espacios públicos y de esparcimiento, se trata de una planta abierta y transparente en la
que interactúan espacios interiores y exteriores, techados y abiertos que se relacionan en
todo momento con el contexto que los rodean. Una alberca infinita remata la terraza y crea
una continuidad visual hacia el lago.
La planta superior alberga un estudio y tres recámaras con sus servicios. Todas
resguardadas bajo losas inclinadas a diversas alturas, con terrazas y espectacular vista al
lago.
En la planta baja se alojan un par de recámaras para huéspedes, además de las áreas de
servicio, bodegas y cuarto de lavado.
Los materiales utilizados juegan un papel fundamental en el proyecto, pues en su mayoría
son materiales aparentes que funcionan tanto para fines estructurales como estéticos y
decorativos.
Entre los más importantes encontramos muros de piedra de sitio, concreto aparente
enduelado, acero, cristal y madera de pino. Todos ellos dialogan para crear espacios frescos,
acogedores y de fácil mantenimiento.
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